Colau se supera en su burla de la Navidad: convierte el belén en un trastero
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha vuelto a sorprender colocando un belén en la plaza del Ayuntamiento que, lejos de la representación típica de un pesebre, se acerca más bien a la estética de un trastero.
Cajas apiladas, muebles y todo tipo de objetos se reúnen en esta nueva representación financiada por el Consistorio que continua el legado de la ya tradicional polémica de ‘los belenes de Colau’.
En la página web del Ayuntamiento ya aparece la reseña de la instalación en la que se incluye una pequeña explicación sobre la creación de la escenógrafa Paula Bosch, autora de la obra.
«Durante más de trescientos días y trescientas noches, duermen en el desván o en los armarios, los cajones o los altillos. Y un buen día de diciembre, con mucho alboroto y expectación, los despertamos de repente y los llevamos a la sala de estar”, relatan haciendo mención a los objetos que se distribuyen en las cajas.
“Cada familia y cada casa tiene sus personajes y sus escondites. Y este año todos estarán en la plaza de Sant Jaume. ¡Ven a reencontrarlos!”, animan a los barceloneses.
El belén será inaugurado este viernes y todo parece listo para su estreno. Los barceloneses podrán visitarlo de diez de la mañana a diez de la noche. Un amplio horario que requerirá iluminación y seguridad para ello.
La instalación, que ha durando más de una semana, se ha colocado en la plaza que divide el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat, punto céntrico de Barcelona y por donde los residentes y turistas pasan a menudo.
Por el momento se desconoce el gasto que esta belén ha supuesto para el bolsillo de los barceloneses. Según el presupuesto invertido en años anteriores, el Ayuntamiento podría disponer de más de 100.000 euros para ello.
Los años anteriores
En Navidades anteriores, el acierto de Colau no ha sido mayor al de este año. En 2018 el belén se limitaba a unas sillas vacías que representaban a la Virgen María, el Niño Jesús y San Jose. Todos alrededor de una mesa donde la comida del plato es una especie de pasto.
Un sillita de bebé con un babero en el que ponía «Jesús» y una aureola representaba al Niño Jesús, mientras que un manto azul y blanco con una aureola gris acompañaba a la silla de la Virgen María. La de San José estaba adornada con tan sólo una corbata y unos tirantes.
En el año 2017, las quejas de los ciudadanos llegaron a calificar el belén navideño del consistorio como “una mierda pinchada en un palo”.
Este belén navideño consistía en un conjunto de 25 figuras de metacrilato sostenidas en el aire que simulan un pesebre, aunque muchos barceloneses no llegaron a entender el sentido de esta obra.